Nuestras peludas compañeras de trabajo
Hace diez días una procesionaria (la oruga del pino) picó a Bea en un ojo. Se puso tan malita que la tuvimos que llevar de urgencia al veterinario, que nos derivó al oftalmólogo. La pobre, estaba hecha polvo, sin apenas poder moverse, por el dolor. El hecho es que la dieron la “baja laboral” durante […]